Desea la Muerte a la persona anterior...

Bueno... Ehem, este es un jueguecito bastante simple que se me acaba de ocurrir, mientras en FFE veía los off topic de "Di algo sobre la persona anterior" o "inventa un rumor sobre la persona anterior"... Así que mi mente perturbada creó el siguiente juego.

Es tan sencillo como desear una muerte original a la persona anterior, al que escribió el último post... Lo que quiere decir que, por ejemplo, el siguiente tendrá que desear la muerte a... ¡A MI, AL GUARDIÁN!

He, he... A ver quién se atreve...

Bueno, ahí os dejo la idea...

Jejejeje, deseo la muerte a El guardián por que tiene más post que yo

Deseo la Muerte a Lúthien por codiciar envidia... Y por no describir mi muerte...

Pero me cebaré un poco en esta obra de arte...

" Será un momento como otro cualquiera, en uno de esos instantes en los que el mundo parece pasar de tí de forma increíble. Será algo breve y bello, pero será horrible y tortuosamente doloroso... Me acercaré a ti, de frente. Te miraré, te miraré a los ojos, helados por el miedo. No me cubriré los rasgos. No ocultaré mi nombre... Sabrás que he sido yo mucho antes de lo que te imaginas... Pero no harás nada para evitarlo... Estarás allí, inmóvil, tan dócil como un ronroneante gatito... Y empezaré a comerte, te desgarraré la piel, beberé tu sangre, me alimentaré suavemente de tus gritos de agonía... Hasta que cesen... Entonces no servirás para nada, Lúthien... El Momento habrá pasado..."

¿Qué te ha parecido? A ver si alguien supera esto ...

Aunque espero que no ...

le deseo la muerte al guardian del bosque por escribir demasiado bien y por darme tanta envidia... y admito que te envidio, asi que a ver como saled de esta amor

Deseo la muerte a Killia por la tonta razon de que adoro su avatar
seria rapido, no se enteraria cuando la afilida hoja de la espada rebanase su cuello, no tendria tiempo a gritar ni a sentir miedo.

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en relidad xDD no seria capaz de matar a nadie xDD
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(que post más sangriento, no?)

Mataré a Arielle, sí. Le deseo la muerte, la peor de las muertes.

La seguiré durante un rato.

La observaré.

Y no le daré tiempo a gritar...


cuando vea mi espada atravesarle el corazón por la espalda...

-sin rencores, vale?--

No deseo la muerte del Guardian, deseo matarle, descuartizarle, asesinarle. Deseo que su sangre corra por mis manos, y ver su cuerpo inerte a mis pies mientras sonrío con suficiencia.

Deseo partirle en trocitos muy pequeños, deseo deformarle a golpes, deseo descuartizarle y hacer con el pasteles. Deseo comerme esos pasteles.

Deseo que caiga por un túnel a mi sótano, y patearle y desahogarme con su cuerpo carente de alma.

Deseo estudiar la anatomía humana diseccionando su cuerpo.

Y sólo lo deseo por desear :-D

¡Bravo, bravo, Nellie!
Aunque no sabes demasiado bien en qué te has metido, ¿me equivoco?

Deseo que mueras, Nellie... Pero... No debes morir cómo quisieras - no sería de buena educación privarme de ese placer ...
Algún día la encontraré. Y ese día empezará mi incesable búsqueda de información. Nada me podrá detener entonces: mi plan germinará. ¿Sabéis? No hay nada que una cuantiosa inversión de tiempo y dinero no puedan lograr. Poco a poco, lo sabré todo sobre ella. Y, antes de lo que algún día hubiese supuesto, coincidiremos en algo, gustos, lugares, foros... Y los frutos de mi inversión empezarán a madurar. Haré que nuestra relación se convierta pronto en una amistad profunda: en breve, me conocerá bien - o creerá conocerme...

Llegará el día en que la encuentre, sola, sin nadie en las inmediaciones. El fruto estará casi maduro...

Me acercaré sin avisar, como siempre. Nada más natural, pensará. Y, antes de que se dé cuenta... Desgarraré su piel, mutilaré sus rasgos, destruiré su esencia. Escucharé sus súplicas - <<déjame morir!!! No me hagas esto!!!>> No las atenderé. Disfrutaremos juntos de sus últimos momentos. Y, mientras desfallezca en la asfixia que le provocará esa bolsa alrededor de su rosotro, le tenderé un último beso de despedida. Un último recuerdo, en una cara que ya no conozco, desfigurada por los innumerables golpes y cortes que ha recibido...


Ahora dime... ¿te fiarías de un extraño, Nellie?

PD: Y sólo lo deseo por desear...

Muy buena, Nathaniel, pero elpost data lo ha fastidiado, esa frase es mía.

Desear por desear no lleva a ninguna parte, no lleva a hacerlo. Planear el plan es la mitad de la diversión, llevarlo a cabo; el éstasis.

Cuando nos conozcamos bien (no pienso reescribir tu parrafada). Entonces, quedaré con él. Nos veremos en un café solitario, cerca de mi casa. Le engatusaré y le invitaré a cenar en mi casa. Nathaniel, desconfiado de mi verdadera naturaleza asesina, se dejará acariciar y besar.

Unos suaves besos en el cuello, un par de botones desabrochados y ya será mío. Le arrastraré a mi habitación poco a poco.

Me preguntará el por qué, yo le contestaré que calle, que eso no importa.

Es un poco más alto que yo, así que eso se agradece bastante.

Cerraré la puerta con el pie, y dándole ligeros besos en la boca le acabaré tumbando en la cama. Me subíré a horcajadas sobre él y me inclinaré para besarle.

Sonreiré con toda la sensualidad que pueda mientras desabroche su camisa y se la quite para tirarla en alguna parte.

—¿Lo ha intentado alguna vez con cuerdas, Sr. Nathaniel? —preguntaré tentativa, burlandome un poco de él. Me mirará extrañado y un poco asustado—. No se preocupe, no le dolerá... —contestaré a la pregunta no formulada guiñandole un ojo.

Sacaré un par de cuerdas que tenía preparadas en mi mesita de noche, y mientras me dedique a besarle le iré atando las muñecas a la cabecera. Pero cuando lo hice, el cuento se acabó.
Me levantaré y buscaré una bolsa
que también tenía preparada. Con otra cuerda, le taparé la boca, y después le pondre el saco en la cabeza, cerrandola con fuerza. Cogeré un barreño de agua que había bajo la cama y se lo echaré encima de la cabeza. Él toserá, se quejará y por poco se ahogará, pero siequirá vivo.

—... demasiado —terminaré, riéndo sádica.


Será divertido jugar con él, sentir que se estremece y se tensa cuando pase mi daga por su pecho. Hacerle pequeñas heridas y verle intentar quitarseme de encima; pues vuelvo a estar a horcajadas sobre él. Pero cada vez que intente quejarse, se ahogará un poco más.

Mi daga va a ser mortal.

Volveré a hacer el recorrido de antes, y deslicaré la punta desde su cuello hasta su ombligo, y ahí me pararé. Él murmurará algo como "¡No! ¡Por favor! ¡No me hagas nada!"

—¿Perdón? No te oigo —contestaré, clavando de golpe la navaja en el mismo sitio donde había parado.

La sangre comenzará a brotar de la herida, él gritará aunque no lo conseguirá del todo, (no más que arquear la espalda por el dolor) y yo empezaré a reírme.

No contaré todas las torturas a las que le someteré hasta que se quede inconsciente o muerto, porque debería emplear mucho tiempo. Obviamente, son muy escabrosas, también.

Sólo diré que acabará desangrado en mi cama mientras yo rio eufóricamente cubierta de sangre, sin haberme movido de mi sitio inicial.

PD: Superalo ;-)

Nellie Lovett escribió:

Muy buena, Nathaniel, pero elpost data lo ha fastidiado, esa frase es mía.

Es evidente que usé la frase para provocar a la adorable - abominable - fiera que llaváis dentro, mylady. Y, pese a todo, dio resultado.

Nellie Lovett escribió:

Desear por desear no lleva a ninguna parte, no lleva a hacerlo. Planear el plan es la mitad de la diversión, llevarlo a cabo; el éstasis.

Creo que me pondré una frase así en la firma, amiga mía


[/quote] PD: Superalo ;-) [/quote]

Descuida... No me costará demasiado....




"El asesinato es como hacer el amor. Es alcanzar la cúspide de una relación intensa y profunda. Ambos actos son hermosos, y deben considerarse arte.

Todo asesinato ha de ser tan excitante como el sexo; todo momento sexual ha de ser tan excitante como el asesinato. Si no es así, la cúspide no ha llegado..."

Leo estas y otras frases por el estilo de mi diario. Muchos casos me han dado experiencia en el arte que practico. No, no lo hago por odio, venganza, desesperación o locura. Parece cruel decirlo, pero lo hago por simple placer. Esto no aumenta mi ego, ni me hace sentir... superior. Cuando lo hago lo que siento es simplemente satisfacción, una necesidad satisfecha.

Siento... Siento su aroma en el ambiente. Una fragancia que tengo memorizada, y que recordaré por siempre. Escucho sus pasos, sus palabras. Llega con una amiga. Decenas de personas nos separan, pero puedo aislarlas a todas para concentrarme en ella. No consigue verme, no consigo verla, pero ahí está. Sigo su rastro. Me choco contra ella, sin quererlo.
Se gira, y sonríe. Sonrío, como hacen los mortales cada vez que se encuentran en una situación tan estúpida e imprevisible como ésa. Cruzamos una mirada. Mi retina conserva su imagen aún cuando se haya ido, durante largo tiempo. Miro mi diario de nuevo. Sonrío...


Pasan un par de días hasta que nos encontramos de nuevo. ¿He de entender que el azar nos ha hecho reunirnos otra vez? Supongo que no. Si confías en la suerte, más te vale tener mucha.

Nunca dejo que la suerte interfiera en mis planes.

Jamás.

Por eso decido acercarme a ella, con toda intención de sorprenderla.

Casualmente, es ella la que me sorprende.

Me saluda. Respondo. Me mira. La miro. Me siento a su lado. Ella apunta, de pronto, algo en su diario, frenética pero serena. Y me doy cuenta...

... de que a mi juego...

...jugamos dos...


La cuestión es, ¿quién controlará a quien? Le he dado paso a controlar la situación al principio- carecía de información, es comprensible, pero no volverá a ocurrir...




¿Cuanto durará? Llevamos ya dos semanas apuntando cosas el uno del otro.

¿Cuándo, cuándo?

Pero continúo firme y calmo. Esa es la clave de mi éxito.

Hasta que el día llega. Hoy, ahora.

No sé en qué cuarto estamos - ¿suyo, mío, de ninguno, de los dos?- Y empezamos.

Le acaricio la cara, suavemente... Me corresponde cerrando los ojos. Sonríe... pero de forma diferente, ávida.

Nos acercamos aún más...

Me desvelo. Un corte en la cara, unas gotas de sangre le recorren la mejilla. No se muestra sorprendida. No importa. Se limpia con un dedo, y se lame. Recuerda a un gato. Se acerca rápida; hace amago de besarme, cuando siento un dolor insufrible en la espalda. Me ha arañado con afiladas uñas. Me quito la inservible camisa. Se lanza a mi cuello, con una daga en mano. Susurro en su oído, se frena. En ese momento, la sujeto por las muñecas, la tiro contra la cama. Se defiende. Muerdo tan fuertemente su brazo que la sangre emerge de su piel. Ríe. Se relaja. Un beso. Y un nuevo corte en la espalda; frío acero que desgarra mi piel. Me levanto, sonriendo. Se levanta. No describiré demasiado lo que sucede después. Un baile, sí, un baile sin igual de caricias, besos, heridas, sangre...

Un baile perfecto; un baile cuya perfección radica de la improvisación de nuestros movimientos. Un baile final, un baile para recordar por siempre...

Una última mirada de nuestros ensangrentados cuerpos...

Y ambos caemos, inhertes, sobre la cama, encharcada en sangre...


PD: ¿Qué te parece?

Ya contesté por msn. Mi turno.

¿Qué es música? La danza de un cuerpo sobre otro, amoldando sus movimientos a la melodía. ¿Por qué hacerlo? La música es todo, y es nada. Puede con los sentimientos, los modifica y los devuelve. Yo pretendo hacer lo mismo... de otra forma.

No es nuestra primera cita, tampoco la última. Habíamos quedado en encontrarnos aquí, en el concierto. Al principio pensé: "Qué casualidad, un concierto de Marilyn Manson". La situación es perfecta, jamás se imaginaría tal cosa.

Antes de encontrarme con él, reviso la lista de cosas por hacer que tenía apuntada en la libreta. Eran tantas... no sé si aguantará.

Minutos después le veo, está buscandome con la mirada, pero no me ve. Sonrío, ¿debo hacerle sufrir un poco más?

Camino hasta él y le tocó en el hombro. Él se da la vuelta asustado, pero se relaja al verme. "Siempre soprendiéndome", dice. Le doy un suave beso en los labios.

Su cara me trastorna un poco, será difícil hacérselo a él. No sabe quién soy, ni lo que hago; a qué me dedico. Eso es gratificante, pues no sabe el peligro que corre a mi lado.

Me acerco a su oído y susurro: "Vamos a una parte alejada, aquí no hay nada que ver hasta dentro de un rato". Me mira extrañado, pero acepta. Él jamás desconfiaría de mí.

Le tomo de la mano y le guio hasta la pequeña explanada de verde hierba delante de la playa. Es de noche, y la luna brilla en el cielo. Aún no sospecha nada.

Decido arriesgarme un poco más y alejarlo, llevarlo hasta la playa.

Llegados allí, le beso. "¿Para qué si no?" debe de pensar.

Con ágiles dedos, empiezo a desabrochar su camisa. Secretamente me doy cuenta de que a él no le agrada ese grupo tanto como a mí; no importa, realmente.

Quedamos en ropa interior, y no puedo evitarlo; le arrastro al agua.

Pone sus quejas, pero mi lengua jugando con la suya puede más que su razón, que le advierte que se aleje.

Una vez en el mar, lo suficiente cubiertos como para poder nadar y lo suficiente lejos como para que no nos vean, empieza mi actuación.

La música empieza a sonar. Me sé de memoria la melodía, y acompaso a ella mis movimientos.

Agarro su pelo y empujo su cabeza, sumergiendolo completamente en el agua. Se mueve, intenta zafarse, no puede. Cuando siento que llega al final de su aguante, le saco, y le beso, pero después vuelvo a meterle.

Saco una navaja, y me meto con él. Me mira asustado, seguramente no entiende nada.

Con mi mortal arma, hago una línea desde su clavícula hasta su ombligo, pinchando más fuerte a cada golpe de batería. El agua se tiñe de rojo, ¿qué importa?

Le saco fuera del agua y le llevo hasta una mesa de picnic cercana. Me tumbo sobre él, rozando mis caderas con las suyas.

Saco otras dos navajas, y muevo sus manos hasta ponerlas por encima de su cabeza. Una vez hecho eso, clavo cada una en la palma de ellas, penetrando en la madera con ello. Grita, pero lo callo con un beso.

"¿Sabe, Sr. Nathaniel?" le pregunto, burlandome de él, "esta noche va a ser la mejor de su vida."

No entiende quién soy, ni qué hago, pero asiente vacilante. Sonrío, sigo con mi juego.

Nunca ha sido tan excitante hacer el amor; música de fondo, dolor de primera fila y gemidos de interior. La música va guiando mis pasos, uno a uno. Sinceramente espero que este aguante, algunos no llegan al segundo compás y este se estaba portando muy bien.

Empieza una canción lenta; Coma White. Me muevo de la misma forma, lenta, tortuosamente.

Comienzo a notar como se vuelve más pálido, su tensión disminuye, su fuerza desaparece. Está muerto, y ni siquiera he llegado a un cuarto de la lista.

Suspiro y me quito de encima, uno más. ¿Habrá alguien capaz de aguantar sin morir desangrado?

Me visto, es hora de dejar mi marca. La canción ya casi ha acabado, y con ella el concierto, pero no voy a quedarme para escucharla.

Mojo el dedo en su sangre, y la saboreo en mi boca. La sangre más sabrosa que jamás probaré, seguramente.

Con el mismo dedo, repito la operación y pinto una gran N al lado de su cabeza. Retiro las navajas y me voy.

"Un placer estar contigo, Nathaniel" le digo, sonriendo.


Una vez he salido del lugar, oigo gente gritar; ya le han visto. Pronto la zona estará acordonada, pero nadie sabrá jamás que he sido yo. Silenciosamente, me quito los guantes de latex y los tiro en la basura.

PD: ¿Quién será el próximo?

madre mia.... menuda guerra teneis montada

Arielle escribió:

madre mia.... menuda guerra teneis montada

Y que lo digas...

Pero, ya que amablemente te has dignado a replicar...






Salgo a la calle, ruidosa y transitada, com siempre. La noche es mucho más peligrosa que el día, pienso. La escoria urbana huye de lo que se atreven a llamar "hogar" para que su verdadera vida comience. Escoria, nos llaman. Desechos. Somos fruto del odio depositado en nos. Con el tiempo apredí a no darle importancia.
Pienso en el por qué de mis actos. ¿Qué me impulsó a hacerlo? Ansia de placer, de éxtasis... Me siento relajado, satisfecha mi codicia. Pero sé que esta agradable sensación no durará mucho. No tanto como yo hubiese deseado.
Siento como he completado otra obra. He dejado, como otras veces, mi estela, mi firma, la única pista que tiene la policía de acerca de la identidad del asesino: que es una misma persona, innovadora y detallista.
Me pregunto qué esperarán. ¿Alguien mayor? ¿Más alto, más rico, más fuerte, quizás? ¿Que sea más estúpido que ellos? Lamento decepcionarles.

Apuesto a que en dos días, sus amigas desconfiarán. Poco después descubrirán el cadáver. Y entonces... entonces tdo volverá a mi normalidad. Me impedirán que disfrute de la satisfacción, volverán a perseguir luces en la oscuridad, buscándome... y tendré que recaer en mi secreta afición.

Enciendo un mechero, con el nombre "Nathaniel" grabado en él. Me quedo un rato así, mirando su llama, quieto y en silencio...

Y empiezo a recordar...



La verdad es que habíamos coincidido antes Al principio, en foros, chats... Oh, después.... Después todo sucedió como siempre, como tantas otras veces antes...
A esta la recordaré por siempre. Puede que haya sido mi mejor obra...
Siento admiración por ella hasta el día de hoy. Por eso me ensañé más en ella; si tenía que conservar su belleza por siempre, mejor hacerlo lo mejor posible...
Muchas veces nos habíamos reunido en aquél parque, muchas veces habíamos comido y charlado animadamente en aquél bonito restaurante. La llevé a su casa, como siempre, y me invitó a pasar. Y como siempre me negué. Insistió. Acepté.
Subimos las escaleras, riendo. Abrió la puerta de su piso. Me miró, y respondí su duda correspondiendo su mirada. Entré. Su olor impregnaba la casa. Habían fotos, muchas fotos, la mayoría artísticas, en blanco y negro. Algunas debían de ser de su familia. Habían cuadros, también, y pequeñas esculturas abstractas impregnaban los muebles de la casa. Nos sentamos en el amplio sofá, con una copa de delicioso vino tinto en las manos. Brindamos, bebemos. El alcohol no hacé meya en mí - quizás sea la costumbre - pero ella empieza a sentirse somnolienta. Y aún así, su vitalidad no merma. Nos miramos en silencio largo rato. Sonreímos. El momento llegaría pronto...

Llegamos a su habitación, unidos en un suave beso. La sujeto con un dedo por la cintura, la dirijo a la cama. ¿Qué pensará?
Nos desvestimos el uno al otro, y de pronto... Mis afilados incisivos están ya hincados en su cuello. Ella grita. Me aparto. Se asusta. Me mira... ¿Sorprendida? Pobre e inocente Arielle...
Intenta huir. No tengo control sobre la puerta, pero sí sobre el cuerpo de la joven. La sujeto. Intenta deshacerse de mí, y no puede. Se rinde, pero su mirada adquiere la tonalidad del odio. "No te asustes" susurro en su oído " Tu olor cambia cuando te asustas..."
Sabe que no le queda mucho.
Examino la habitación. Sí, tal y como yo la había dejado. ¿Todavía no se ha dado cuenta? Mis cosas, escondidas cuidadosamente, en su propia habitación, esperándome, día tras día, esperando a que llegase este momento.
La ato en la cama. Se convulsiona. La beso; se calma. Un pequeño martillo, y empiezo a aplastarle las costillas: espero que no se altere, porquen no le llegará aire suficiente a los pulmones... Le corto las venas del brazo, y con mi mechero corto la hemorragia, una y otra vez. Grita cuando la sangre se va, grita cuando el fuego viene...
Corto la piel de sus muslos. Corto las fibras, desgarro los músculos.
¿Que le pasa? Oh, mierda, se muere... He de darme prisa en que la belleza de su rostro siga presente...
Un largo corte en la frete, y tiro de su cabellera. Su grito se ahoga, pero le duele. Mientras le duela, vivirá un poco más...
Cortes, cortes en la cara, la desfiguro. Le saco los ojos... Le corto los labios. Hago cortes en sus pómulos. Sólo un detalle más...
Le quito las cuerdas, ya no tiene fuerza para intentar zafarse. Pongo una de sus manos en la pared, y clavo una estada. Lo mismo hago con la otra. Crucificada, le doy todavía unos navajazos en su maltrecho cuerpo...
Un débil <<por qué?>> emerge de su boca...
<< Porque quiero>> respondo...



Rio a carcajadas. Sí, esta ha sido buena. Me ha gustado.

Mucho.

um... yo intentaré matar al Guardián...
pero os aseguro que yo no soy tan sangrienta, soy más de muertes dulces y rapidas...
¿que tal un envenenamiento?
Muy clasico, ¿verdad?
Así haré, hechare en una copa de vino unas gotas de zumo de belladona, y dejare que haga efecto.
No te podras imaginar que con esa copa se escapara tu vida, gota a gota... no te imaginas algo asi de mi, ni se te pasara por la mente que intento matarte.
Simple ¿verdad?
Tu destino estara condenado, amigo, de forma sutil e inevitable.

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of-toppic:
Pobres los nuevos que vengan al foro y se encuentre con este tema...

xD
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Arielle...
La peor de las muertes... la más dolorosa... es saber que tú no vas a morir, mientras ves como lo hacen tus seres queridos... Esa si te corroe por dentro y te ahoga!
Atada a una silla, sin poder cerrar los ojos, y delante las personas que más amas, las que hacen que tu vida tenga sentido... están siendo atacadas de la manera más sangrienta y cruel, y mientras mueren, una a una... tú, te deshaces por dentro, el dolor te inunda, no te deja respirar... esa sensación que te rasga el corazón, que te parte por la mitad, te desangra sin heridas... la impotencia de no poder hacer nada para salvar sus vidas, te vuelve loca, te acelera el pulso, el corazón te late cada vez más fuerte, sientes un escalofrío que te recorre el cuerpo y al segundo un ardor extremo que te quema las venas... y tú no puedes hacer nada... finalmente, al verles yacer a todos en el suelo, rodeados de su sangre... tu corazón se paraliza y mueres...

Bravo, Morgana, de corazón!!

Bueno, supongo que ahora me toca a mí...

Entiendo que he de variar mi estilo. De acuerdo, variaré.

Supongo que lo mejor sería...

Sí.

Ahora lo sé.

Morirás...

Poco después de leer unas líneas escritas por mí, que anuncian tu muerte.

Quién sabe cómo llegaré a tí... Pero llegaré...

Tú, allí postrada. Tu sangre, que no deja de brotar por las heridas de tu cuerpo, de tu rostro, pero también las heridas de tu mente y tu alma.

Lorarás.

Sonreiré.

Esperaré, antes de levantarme de nuevo.

Un largo bate, de madera. Y destrozaré su rostro, desfigurándolo.

Golpearé su cuerpo, una y otra vez.

Y, justo en sus últimos latidos, la prenderé fuego.

Sí.

Sé que moriré esa noche, ardiendo.

Pero merecerá la pena.

Créeme.

Gracias Guardián!! Ahora me vengaré...

Y para que quieres encontrarme?? para matarme?? No tienes miedo?? Pues... deberías...
No sabes quién soy yo... no me conoces... No adviertes el peligro de tenerme delante! Con mirarme te quedarás helado, no podrás parpadear, tus sentidos se potencian y verás tu muerte en mis ojos...
Reconocerás el pavor de saber que vas a sucumbir ante mi...
No sabes que soy capaz de hacerte, pero el miedo invadirá tu interior, como si tuvieras ante ti al más cruento monstruo.
Mi mirada te ha hechizado y ya no puedes apartar tus ojos de los míos... ahora me perteneces.
Mi dulce sonrisa te embauca, presientes que algo malo te va a ocurrir, pero no puedes moverte y correr, no quieres dejar de mirarme porque, aunque sabes que vas a perecer, algo más poderoso te retiene... soy yo, mi poder te inmoviliza... sigues siendo mío.
Me acerco a ti, sabes que nada bueno va a suceder pero no puedes rechazarme...
Te beso y sientes como mi ósculo, dulce en su comienzo, se va amargando en tus labios y el veneno de la venganza ha penetrado en tu cuerpo.
Un dolor insoportable te recorre, como si todas tus venas fuesen a estallar... y así, tras unos minutos de agonía... revientas y desapareces...

Muy bien, francamente.

Me toca.

Puede que nos hayamos empezado a conocer, puede que llevemos tiempo conociéndonos, qué más da. Pero me tienes cerca, sabes que puedes confiar en mí.

Craso error, por cierto...

Francamente, ése es mi estilo. Particularmente, adoro que la gente confie en mí.

Todo es más fácil así.

Como ahora.

Sé que no me temes...

Aun.

Supongo que eso me da ventaja.

Susurro palabras en tu oído, desde atrás.

Una afilada daga corta parte de tu ropa, para llegar a tu piel. La sangre brota de las heridas, finas y afiladas. Sonrío.

No sé muy bien cómo. Acabas atada, amordazada en una gran cama blanca.

Todo es tan rápido...

Como siempre.

Heridas. Sagre. Dolor. Sufrimiento.

Muerte...

La vida escapa de tu cuerpo, entre delicadas caricias y suaves cortes.

Mueres...

Como debes morir, Morgana...

Como te mereces.

De forma delicada y sutil...

Pero infinitamente cruel...

Bueno pues me toca. Lo haré lo más doloroso que pueda, Guardián xDD

Despiertas. Una mañana normal. Un día soleado se predice. De camino al instituto, el vello de tu nuca se eriza, advirtiéndote. Fingiendo normalidad, pero asustado hasta un punto que nunca hubieras imaginado, me buscas con la mirada. Río en silencio, ya que eres incapaz de verme. Pobre de ti. Con paso ligero, te diriges hacia las clases. Tranquilo. Soy una persona muy paciente. Te esperaré todo lo que haga falta...
17:00 de la tarde. Las aulas van vaciándose. Sales el último, tan solitario... Me lo estás poniendo muy fácil... No pasa nada. Lo haré más...interesante.
Me dirijo hacia ti como una transeúnte común, sin nada que temer. No digo nada. Ni me acerco a ti.Tan solo te saludo y camino en la misma acera que tú. Noto tu mirada inquieta, escrutándome de arriba abajo. Decido iniciar una agradable y cálida conversación. Desarrollo todos mis "encantos sobrenaturales". No puedo permitir que te escapes. Cuando llegamos a tu casa me fijo en tu dirección. Te pillé. Un adiós, y desapareces. Hago un recorrido falso, haciéndote creer que realmente voy a casa. Ingenuo...
La noche comienza a teñir el cielo de un añil oscuro. Mi color favorito. Paseo, dirigiéndome hacia tu humilde morada. Cuando llego, el cielo ya es un gran manto negro. Sé perfectamente cual es tu ventana. Me subo por un árbol... y salto, lo más silenciosamente posible, a la repisa. Estás dormido encima de tu escritorio, con el ordenador encendido. El sueño te ha vencido mientras estabas disfrutando de tu último momento para entrar en tu foro. Espero que lo hayas disfrutado. Con la yema de mi dedo rozo suavemente tu mejilla. Abres los ojos. Y me observas, anonadado. Sonrío, y rápidamente tapo tu boca con una mano, mientras con la otra corro las cortinas. Los ojos prácticamente los tienes fuera de las cuencas. ¿Qué ocurre, pequeño? ¿Estás asustado? Te ato de pies y manos, y tapono tu boca con lo primero que encuentro. Comienza la fiesta...
Mis dedos recorren tu cabello, y en un determinado momento estiro con toda la fuerza posible. Esto tan solo es el comienzo. Gimes, porque no te dejo gritar. Con una pequeña daga, comienzo a realizar pequeños cortes en tus pómulos, en tus brazos, y en tu pecho. El dolor comienza a ser más intenso, ¿verdad? Comienzas poco a poco a sangrar, dejándo que las gotas resbalen por tu piel. Río. La tortura es el mejor comienzo para el final que te espera. Ahora, un preliminar más. Me acerco a tu oído, susurro unas palabras que tan solo hacen que te horrorices y desesperes aún más, y algo golpea el suelo con un ruído sordo, apenas audible. Una de tus orejas ha caído, sangrienta e inerte. Tus gemidos son cada vez mayores. Arrancar de cuajo alguna parte del cuerpo es lo que más me gusta. Pero la verdad, ya me he cansado de ti. Me aburres. No das juego. Así que, ¿por qué no terminar ya?
Te amarro del pelo, lo más fuerte que puedo, hago un largo pero no muy profundo corte a lo largo de tu frente. Es un corte limpio, y muy sangriento. Mmmmmm, el olor de tu sangre es increíblemente bueno. Lástima, ya no me sirves. He jugado mucho contigo.
Y con un fuerte tirón hacia arriba, tu cabellera se queda en mi mano, chorreando un líquido de un fuerte e intenso rojo. Expiraste. Brindo por ello.
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"Eres único. Igual que todos lo demás"

madre mia... que miedo me dais...
Nataly, creo que me toca asesinarte...

En tu ciudad se celebra una fiesta ambientada en la edad media, decenas de personas disfrazadas paseando entre los puestecillos de comida casera...
y una exposicion de objetos de tortura de la Edad Media... entre ellos, mi favorito; la dama de hierro...
Solo me falta una victima...
te veo paseando, entre tanta gente, disfrazada con un largo vestido granate...
pareces una muchacha fuerte, sera divertido.
Intento ganarme tu amistad...
te acercas a nuestro puesto y le pido a mi compañera que me deje atenderte... te enseño unos collares con simbolos celtas... y te cuento una antigua historia, la historia del Shide.
Consigo que compres el collar, pero eso es lo de menos, pues tambien he conseguido tu confianza.
Y tambien he conseguido quitarte el DNI... se donde vives
Esta noche actuaré.
Son cerca de las tres de la madrugada, me dirijo sigilosa hacia tu hogar, donde te sientes tan segura... donde estas tan desprotegida...
Entro en la casa con el máximo cuidado posible...
Encuentro tu habitación... cierro la puerta, y abres los ojos...
Te ato los pies y las manos... y te tapo la boca... no puedes gritar...
me muerdes... ¿no lo entiendes? no consguiras nada, soy inmune al dolor.
Te llevo hasta la plaza donde se halla la exposición de los objetos de tortura...
y te tumbo en la cama de clavos...
espero que no te muevas, o podras morir...
intentas gritar, me muerdes la mano... miles de gotitas carmisi brotan de tu espalda.
Decido levantarte, es demasiado arriesgado...
comenzaré arrancandote las uñas... y el pelo...
ya has perdido hasta las ganas de gritar a causa del dolor, pero sigues intentando sobrevivir...
Te revuelves demasido... ya es hora de que acabe contigo... te introduzco en la dama de hierro... y cierro con fuerza la puerta...
La sangre empieza a brotar a los pies del aparato...

Muy bien. Lástima que esté yo por aquí...

¿Qué es eso? ¿Acaso son lágrimas?

No... No llores.

¿Acaso lo estamos haciendo tan mal?

No...

No temas. Sólo... Piensa en tus seres amados, a ver si eso te sirve.

Me siento en un sillón, cubierto de un plástico impregnado de tu sangre. Te observo largo rato. Me ha quedado bien, ¿no?

A veces me pregunto por qué la gente no me admira por mi arte como admiran a Miguel Ángel o a Leonardo Da Vinci. Al fin y al cabo, tenemos en común un deseo irresistible de plasmar nuestro arte.

Puede que lo peor no haya sido que te sacase lo ojos. Ni tampoco quemarte tu... bueno, ya sabes... Puede que ni siquiera haya sido el haber agrandado tu sonrisa, ni el haber cortado tu lengua.

Lo mejor son los dibujos.

He tardado mucho, pero reconforta el mirarte.

Llena de las mejores imágenes. Serpientes, dragones, letras, corazones... Por todo tu cuerpo, plagada de esa mi obra. Cortes y punzadas que han hecho que te desangres, que pierdas la vida, sí... pero que me han permitido reflejar una auténtica obra. Hay que ver lo que se puede hacer con imaginación, voluntad y buenas herramientas...

¿Qué hacer ahora? ¿Camuflar esto? ¿Violar post mortem? No, demasiado fácil de encontrar. No, tampoco quiero cubrir mis dibujos - tus dibujos. No quiero que se pierda. Entonces... ¿Dejarte a la vista? Sí...





PIIII.......PIIIII....PIIIII

El teléfono.

Tras una conversación absurda, alertan a tu padre de tu muerte - asesinato...

Monta en cólera. Cae en la tristeza. Se lo cuenta a tu familia.

Tus más allegados tienen el derecho de verte, ahí tumbada.

Y lloran sí...

Pero de emoción, sin poder contener las lágrimas al ver una obra de arte tan hermosa.

Ha sido hermoso, pequeño lienzo humano...

Le dedico una amarga muerte a mi Guardián del Bosque:

"Mientras te ataba con la piel de mis dulces víctimas, la intensa olor a sangre se manifestaba por la estancia. Me suplicabas, pero yo recorría cada parte de tú cuerpo con mis manos, embadurnandote con las vísceras de tu propio compañero. Me mirabas mientras repetias la misma frase una y otra vez. Te cogí cariño, pero... no podía ser, debías ser torturado como un demonio sufre en el abismo. Cada grito, cada sollozo, me hacía sentirme mejor al verte sufrir. A la vez que tu sangre corría por tu cuello, yo me reía y pensaba en las miles de veces que repetiría esto a lo largo de mi existencia. Y poco a poco te quité la vida. El agradable sabor de la muerte"

me toca matarte, Raquel...
aunque aun no tengo pensado como... pero da igual... improvisaré
Llevo meses obserbadote, aunque tu no lo sepas, claro.
Pareces una persona fuerte, seras una buena víctima...
Me acerco a ti con sigilo... estas dormida... te tapo la boca para que te sea imposible gritar... y voy haciendote cortes por los brazos... dejo que notes la cálida sangre corriendo entre tus dedos. Sonrrio al ver tus ojos llenos de odio y terror...
Creo que ha llegado la hora ¿no? Ya estas casi muerta, practicamente desangrada...
Así que ya solo me queda dar el ultimo golpe...
... alzo mi espada y tu cabeza cae rodando a mis pies...

Te toca mi querida Arielle:

...silemcio es lo único que noto. Silencio. Tus lágrimas cae. Silencio. Odio el silencio. Necesito tu sufrimiento en mis manos. Pero espero. La paciencia ante todo...

Te miro mientras sujeto tu pelo. Te voy arrancando mechón a mechón tu cabello. Entonces es cuando la solitud de lo que más odiaba de rompe en mil pedazos en un grito desesperado.

Mueves manos y pies. Lloras y lloras. "Por favor, déjame" "No te haré daño" "No se lo diré a nadie, pero déjame."

Pero yo, con daga en mano, voy abriéndote poco a poco tu maravillosa cabecita llena de obscenidades.







Bueno, no comento más que me llama mi padre. xD

El día amanecío soleado y cálido... habías planeado un agradable excursion por el bosque con un par de amigos...
a eso del medio dia, el sol quedó reemplazado por una gruesa capa de nubes grises de tormenta y un olor a tierra mojada inundó el ambiente
tus amigos decidieron volver al coche, pues estaba a punto de comenzar a llover...
Pero tu te quedaste resguardada en una cueva... te gustaban las tormentas de verano...
Lo que no imaginabas es que yo te esperaba en aquella cueva... con mi querida daga en la mano...
El estruendo del primer relampago vino acompañado de un amargo grito de dolor.
El agua se mezclaba con tu sangre. Mi risa resonaba en el interior de aquella cuava.