Rol : La Sombra de Shamnôr

Bueno, el Renegado y Elenort se suben a los caballos, que salen disparados al sur. ¡Ay, ay, ay, a ver qué pasa!

Boro y yo preferimos ir andando. Al fin y al cabo, el paseo es muy bonito
Los árboles se alzan a ambos lados del camino, impávidos a nosotros. Bueno, al fin y al cabo, llevan ahí más de mil años. Es normal que no nos hagan caso.

Llevamos horas caminando, cuando algo se mueve entre unos arbustos. Desenvaino mis cimitarras.

- ¡Wo, eh, uoo! ¡Alto, elfo! - de pronto, un diminuto humano salta de la espesura - ¡Menos humos! Tampoco es para tanto, venga.

Le miramos intrigados, esperando que diga algo lo suficientemente decente como para que no le abrasemos o cortemos en pedazos.

- Hace un rato pasaron por aquí dos caballos, que iban al norte, y después volvieron con dos tipos encima. ¡Oh! ¿Son amigos vuestros, señor?

- Más o menos...

- Bueno, ¡bueno! Yo también seré su amigo. Me llaman Kaser, Kaser el Dos. ¡Ja! El Dos. ¡Cómo si hubiese un Uno, o un Tres! Pero hay un Cuatro... ¡Contad esto, si podéis! ¡Ja, ja, je!

Está loco. Como una cabra. Como una cabra de Aquithäi.

- Sí, conozco esos caballos, que no son caballos, si me entendéis. ¡Si no nos damos prisa, la Bruja los hará trizas! ¡Ja, je, ja! Pero seguid, seguid a Dos. Dos conoce el camino, que sólo hay Uno!!!!

No es que sea el tipo más agradable del mundo, pero...

- ¿Queréis decir que algo les pasa a nuestros compañeros?

- Oh, no, no. Dos dice que algo les pasará, si no nos vamos ya. Los caballos siervos son, y la Bruja a por vosotros los mandó. Pero Dos se han perdido, y Kaser el Dos os encontró!!!


Madre mía.

Bueno, de todos modos, si el niño y Cara de Sombra están en peligro... Tendríamos que ir a salvarlos, ¿no?

- Guiános hasta la Torre por el buen camino, Dos.

- ¿Cómo habláis a Dos si os dirigís a uno, elfo?

- ¡Maldita sea!

- Eh, tranquilo, una broma era.

Dos nos lleva (n?) por senderos que no parecen tener relación. En más de una ocasión nos alejamos de la Torre, pero pronto aparecemos sorprendentement más cerca que antes. Pasan dos tranquilos días, sin incidentes. Llegamos a las Puertas de la Torre.

- Bien, Dos os han dejado ante la puerta, y uno sólo despedirse va, ¡ja! Bueno, he cumplido. A los dos aquí os he traído. Pero recordad: vuestros amigos encerrados están, y para encontrarlos lograr, mucho deberéis de bajar. Si la Bruja os escucha, llamad a Kaser, y vendrá en buestra ayuda.

El diminuto Dos se va, saltando alegre. ¿Mucho hemos de bajar? A las mazmorras. Pero, para que la Bruja no nos escuche... no podemos ir por la entrada principal.
Hay que buscar algo más, alguna puerta oculta...

- Borova, usa tu magia para encontrar algo en la pared. Una puerta, o algo así.

Y usaré mi oído élfico...

El miembro ''Guardián del Bosque'' ha efectuado la acción siguiente: Tirar los Dados

''Dado de Percepción'' : 7

la berdad me parecio increible que ese loco nos llevara a la guarida de la bruja pero la verdad es que no me fio de el podia ir a habisar a la bruja de que estamos aqui pero de todas maneras lo primero es salbar a nuestros conpañeros que fueron tan estupidos de caer en la tranpa de la bruja

El miembro ''borova'' ha efectuado la acción siguiente: Tirar los Dados

''Dado Mágico'' : 6, 4

En la pared se abre una grieta, que recuerda a una puerta...

- ¿Crees que debemos cruzar, Borova? - le pregunto al mago...

hay una varrera que pareze perfecta no hay ningun punto devil salvo que solo llega al suelo propongo cavar un tunel y pasar por devajo de la barrera.

Psé... Pasable...

Pero se me ocurre algo mejor...

-Eh... ¿Y si entras por aquí y yo paso por delante de las narices de la Bruja? La despistaré el tiempo justo para que entres y rescates a esos dos... Y, si la cosa se pone fea... Te largas con ellos, que si no salgo de esta, bueno... ¿qué más da? Así que, ¿qué? ¿Qué te parece, Mago?

perfecto hare un conjuro que me haga invisible para que la bruja no me vea como rescato a esos dos y una vez los halla liverado hiremos a halludarte

Dejo atrás al Humano, rodeo la torre. La puerta principal se alza impávida ante mi... De una belleza incalculable, las puertas de roble no parecen envejecer, y continúan despidiendo la misma magia que hace cientos de años....

Empujo. La puerta cede.

Entro a una gran sala, decorada meticulosamente con miles de cuadros y figuras, en su mayoría de los Grandes Maestros de Aknord... Hay una gran escalera de caracol en en centro, que lleva a los pisos de arriba. Espero, quieto y en silencio. Ella no tardará en llegar...

Noto su presencia detrás de mi. No me altero, pero sí estoy alerta.

- ¿Un Elfo en mi Torre? ¡Hay qué ver! ¡Cómo ha canviado tu infame raza, inmortal!

La fulmino con la mirada, pero no parece hacer demasiado caso...

- ¿A qué has venido, Elfo?

- A liberar a ciertos "amigos" que tenéis presos en las mazmorras de esta endiablada torre, Bruja.

- ¡Ja! Oh, por los Dioses... ¿No os habéis dado cuenta, tu amigo el Mago Humano y tú? ¡Ja! Kaser, mi eterno enanillo... ¡Ay, qué listo es!

No... ¡Maldita sea!

- Así que Kaser el Dos logró engañaros, ¿eh? Que no te hunda esto, Elfo, nadie está a salvo de su aparente locura. El caso es que, mientras tú y el Mago intentábais atravesar el Bosque andando, ellos estaban en sus tranquilos caballos... Y vosotros habéis llegado antes, sin embargo. ¡Aunque en el momento equivocado! El Mago debe estar preso ya,y tú... Tú no sé si vivirás para contar cómo son las mazmorras de la Torre de Shindâell.

No me da tiempo a desenvainar mis cimitarras; un siervo, una especie de espectro, me inmoviliza por la espalda... Sólo Elenort y Arcraft pueden salvarnos ahora... Así que no queda esperanza alguna...

--- Cambio de vista, ahora juegan Elenort y Arcraft, que retoman la partida desde que consiguen los caballos e intentan llegar a la Torre---